Uno de los momentos previos a la boda más esperados por los amigos es sin duda la despedida de soltero. Fiesta, diversión, confidencias, bromas… una experiencia que puede acabar en un recuerdo entrañable y al mismo tiempo convertirse en todo lo contrario. En el siguiente post, te hablamos de qué hacer y qué no hacer en tu despedida de soltero si quieres que sea un éxito y llegar con buen pie al gran día. ¡Toma nota!
Reconozcámoslo. En la actualidad, despedir simbólicamente la soltería ya no tiene tanto sentido a nivel formal, pues la mayoría de parejas que deciden casarse conviven juntas desde hace años. No obstante, la tradicional despedida de soltero es una cita mítica que pocos deciden perderse. Es, simbólicamente, la última fiesta antes del matrimonio lo cual puede dar pie a excesos que podrían pasar factura a la pareja en los días previos la boda. Por ello, a la hora de organizarla hay que ser muy comedido y diseñar a la perfección el plan.
Una despedida con ciertas bromas que se escapan de las manos puede ocasionar problemas para llegar puntuales al altar o en las condiciones necesarias para disfrutar del momento. Por ello, la primera regla es evitar incomodar o ridiculizar al novio, conversando con él y definiendo muy bien su deseos y prioridades. La segunda regla para ir tranquilos será rehusar celebrarla justo el día anterior o el mismo fin de semana del enlace. En cualquier caso, lo ideal es programar el evento una semana antes como mínimo, teniendo así el posterior tiempo suficiente para recuperarse, descansar y llegar pletóricos a la ceremonia.
Definir un presupuesto y un planning concreto, serán también aspectos clave a contemplar. Para ello, lo ideal es designar un organizador que lleve la batuta, comunique debidamente a los participantes los planes previstos y se encargue del tema monetario. Tener controlado este aspecto antes del día en cuestión, evitará conversaciones incómodas o escenas donde pagar a medias o desvelar el precio de alguna experiencia, interrumpa la magia del momento. Del mismo modo, consensuar a quién se invita a la despedida es algo imprescindible para que todo el mundo se sienta cómodo por igual.
La tradición en las despedidas de soltero incluye a menudo alguna sorpresa subida de tono, como una estríper. En cualquier caso, los límites los marca el novio, así que antes de sorprenderle siempre será mejor preguntar. Del mismo modo, será importante tener cuidado con el alcohol e introducirlo en la fiesta con moderación. Éste puede dar lugar a frases fuera de tono, comentarios que comprometan a los novios o les hagan sentir mal. Ese día la intención es precisamente la contraria: que sientan la máxima felicidad posible y eso está siempre en manos de los amigos. Nunca dejéis que un mal momento en la despedida arruine la futura boda.
Las despedidas conjuntas, en las que la pareja agrupa a todos sus amigos para realizar algún plan especial, están cada vez más en auge. Es una manera tranquila de celebrar el momento, pero es perfecta sobre todo cuando se comparte el mismo grupo de amigos. En cualquier caso, antes de llevar a cabo una despedida de soltero debe existir siempre una buena comunicación entre todos, para establecer los límites, los deseos de los novios y dejar claro aquello que esperan de la experiencia. Cada pareja es un mundo y por eso, no hay normas específicas que sirvan a todas por igual. Ya lo dice el refrán: casaros es vuestra responsabilidad. Que lo paséis como nunca en vuestra despedida, es la nuestra. Firmado: vuestros amigos.
